¿Cómo disfrutar el aperitivo con una diabetes tipo 1?

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La comida festiva es todo un arte. Y las variantes son infinitas: cóctel, aperitivo, cena, banquete, etc. ¿Qué podemos hacer cuando no conocemos ni la cantidad ni la composición exacta de los canapés o los vasitos que van de las bandejas a nuestra boca? ¿Cómo manejar un evento así a largo plazo cuando se vive con una diabetes tipo 1? 

La diabetes y el aperitivo 

El aperitivo es un momento imperdible. En especial en Francia, donde es algo casi sagrado, ¡como es bien sabido! Sin embargo, aunque las patatas fritas y los cócteles dulces son invitados frecuentes a la fiesta, las opciones saludables no se quedan atrás. Para gestionar tu diabetes durante el aperitivo (en especial, si la velada solo empieza…), puedes por ejemplo optar por unas verduras crudas acompañadas de una salsa ligera de yogur o por un refrigerio sin glúcidos (nueces y almendras, cubitos de queso, aceitunas, etc.)

Al elegir un picoteo ligero, podemos aplacar nuestro apetito y resistirnos a las patatas fritas, las galletitas y otros canapés industriales que atraen nuestra mirada. Recuerda que los alimentos procesados suelen ser muy ricos en glúcidos. Resulta difícil saber su composición exacta y, por tanto, calcular sus aportes nutricionales. Por el contrario, puedes compensar con las tapas caseras, pues tu anfitrión·a conoce su composición. Otro truco es tomar un tentempié con antelación (huevo cocido, queso blanco), para evitar llegar con el estómago vacío y lanzarse sobre las galletas.

Si el aperitivo no se prolonga en exceso y no es demasiado rico en glúcidos, puedes esperar hasta el principio de la comida para la inyección de insulina, teniendo cuidado de controlar tu glucemia. Por el contrario, si piensas comer alimentos ricos en glúcidos, lo mejor es prever un bolo antes del aperitivo y adaptar la nueva dosis de insulina antes de la cena, en función del menú. 

La diabetes y el aperitivo-cena

Por lo que respecta a su composición, los aperitivos-cena se parecen, más o menos, a los aperitivos clásicos (con frecuencia, con un poco más de variedad). Lo que cambia durante estos eventos es la duración de la comida: ¡nos pasamos picoteando casi toda la velada! 

Por eso, puede ser difícil prever lo que vamos a comer. Una solución es fraccionar los aportes de insulina para mantener controlada la diabetes en todo momento y estar listo·a para realizar ajustes cuando lleguen los dulces y el café.

Algunas ideas de aperitivos garantizados bajos en glúcidos:

  • huevos rellenos mimosa
  • rodajas de pepino y queso fresco
  • guacamole y galletitas crackers de cereales
  • garbanzos tostados
  • chips de verduras (chirivía, kale, zanahorias)
  • frittata de verduras
  • verduritas troceadas para mojar en salsa (ramas de apio, cebolla, zanahorias)

Mmm… Rábanos solo con sal

La diabetes y las comidas festivas

Para las comidas de grandes ocasiones, no siempre resulta fácil conocer de antemano el contenido del plato o la hora de inicio de la comida. Si se presenta la oportunidad, no dudes en solicitar con antelación la composición del menú a tu anfitrión·a. De este modo, te resultará más fácil anticipar tus inyecciones de insulina e incluso adaptar la comida, por ejemplo, dejando el melón para el postre en lugar de tomarlo como entrante.      

Cabe mencionar algunos alimentos, presentes con frecuencia en estas ocasiones especiales, que son menos ricos en glúcidos: el salmón ahumado o los mariscos, por ejemplo. ¡No dudes en degustarlos con deleite sin preocuparte demasiado de tu glucemia!

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