Diabetes y cicatrización de heridas: cuida de tu piel y controla tu glucemia

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Para las personas que viven con diabetes tipo 1, la hiperglucemia crónica puede ser responsable del retraso en la cicatrización y la formación de heridas que no se curan. La razón de que las heridas no cicatricen, cuando tienes dm tipo 1, es que la hiperglucemia afecta al funcionamiento de las células involucradas en el proceso de curación, y conduce a una disminución de su actividad. Por lo tanto, la curación es generalmente más lenta que en las personas sin dbt tipo 1.

Para que puedas conocer más sobre diabetes y cicatrización, en este artículo te vamos a hablar de cómo se producen las heridas y de cómo influye tu diabetes en las heridas que no cicatrizan en las piernas, pies, dedos u otras partes del cuerpo.

La piel, el mayor órgano del cuerpo humano

La piel es el órgano que nos delimita, y como todo órgano del cuerpo tiene sus funciones particulares. La capa superficial o epidermis garantiza una función de protección contra los traumatismos, el entorno (rayos solares, ultravioleta) y las infecciones (bacterias, virus, levaduras).
La epidermis descansa sobre una segunda capa, la dermis. Su composición es rica en fibras elásticas (colágeno), en terminaciones nerviosas (tacto, señal dolorosa), en vasos sanguíneos (elementos nutritivos, inmunidad) y contiene la base del vello y sus anexos. Gracias a esta capa, el organismo regula su temperatura interna según sus necesidades, provocando sudoración para enfriarse o mediante escalofríos para producir calor. Además, hay hormonas que se producen en la piel, como por ejemplo la vitamina D. La piel también es un órgano relacional que nos permite comunicar y que está muy presente en nuestro lenguaje: “ponerse en la piel de alguien”, “estar a flor de piel”, “tener la piel de gallina”, etc.¹.

¿Cuáles son los diferentes tipos de heridas?

Generalmente, la «herida aguda» es la más común de las lesiones y cicatriza en aproximadamente tres semanas.

Cuando el plazo de cicatrización se alarga (herida que evoluciona desde hace más de cuatro semanas), se habla de «herida crónica». De este tipo son por ejemplo las escaras, las úlceras y las heridas del pie diabético, de las piernas o de los dedos de los pies. En este tipo de lesiones encontramos a menudo factores locales o generales que retrasan la cicatrización.

Algunas heridas pueden ser «urgentes», debido a que comprometen la vida o la función de un órgano y necesitan, por lo tanto, un tratamiento especializado muy rápido. 

Cicatrización: la respuesta de la piel a una herida

Una herida es una interrupción de la continuidad de los tejidos tras un accidente (como una lesión o una quemadura), una enfermedad o una intervención quirúrgica. 
Una herida se cura en 4 etapas sucesivas: una primera fase de interrupción del flujo de sangre (hemostasia), una segunda de limpieza de los tejidos (inflamación), una tercera de cierre y recuperación de la piel (granulación y contracción), y una última de finalización y vuelta a la resistencia de la piel (maduración), que dura aproximadamente un año². 

¿Qué elementos influyen en la evolución de la cicatrización?

Los factores qué influyen en la cicatrización pueden agruparse en 4 categorías:

  • Factores relacionados con el/los individuo/s (edad, enfermedades como la diabetes tipo 1, obesidad, desnutrición, polipatologías, tratamientos, dolores, psicología, tabaquismo…) 
  • Factores relacionados con la herida (duración, localización anatómica, tamaño, profundidad, vascularización, aspecto, infección, respuesta al tratamiento) 
  • Competencias y conocimientos de los/las profesionales de la salud 
  • Recursos y factores relacionados con el tratamiento (sistema de salud, disponibilidad, financiamiento, aislamiento social)

Puede aparecer un retraso en la cicatrización si uno o varios factores se tratan de forma insuficiente en el proceso de curación. Diabetes y cicatrización suele ser una combinación que hay que vigilar de cerca.

¿Por qué la diabetes produce una cicatrización lenta?

La diabetes afecta a la piel y a la cicatrización de la misma, pudiendo retrasarla. En las personas con diabetes tipo 1, la hiperglucemia crónica puede ser responsable de un retraso en la cicatrización y de la formación de heridas crónicas, como las heridas del pie diabético. De hecho, la hiperglucemia impacta en el funcionamiento de las células implicadas en el proceso de cicatrización y produce un descenso de su actividad. La diabetes provoca entonces heridas que no cicatrizan en muchas partes del cuerpo, como en las piernas o en los dedos de los pies.

¿Es importante tener una dbt tipo 1 controlada para una buena cicatrización después de una operación?

Si descartamos las complicaciones crónicas de la dm tipo que se pueden manifestar debido a una intervención, el mayor riesgo durante el periodo postoperatorio es el de la infección, durante o después de la operación (más frecuente en pacientes con mellitus tipo 1 que en la población general).

Los equipos médicos se esfuerzan, por lo tanto, en tener un buen control glucémico desde el ingreso de la persona con dbt tipo 1 en el servicio, ya sea durante la anestesia, el periodo de la operación o en fase de recuperación. Esto puede requerir la administración de insulina por vía intravenosa o subcutánea o su adaptación según los protocolos establecidos.

Hay que recordar que aunque la dm tipo 1 normalmente se controla bien, la situación aguda provocada por la intervención quirúrgica puede originar un estrés metabólico que acentuará la hiperglucemia.

Los objetivos glucémicos establecidos en el periodo perioperatorio tienen como objetivo mantener los índices de glucosa entre 80 y 180 mg/dl (véase ADA 2020). Excepto casos particulares, es preferible no aspirar a un objetivo glucémico más estricto durante este periodo, para no correr el riesgo de incurrir en otras hipoglucemias que podrían tener un efecto más nocivo, en particular en el plano cardiovascular.

BIBLIOGRAFÍA.

¹Plaies et cicatrisations de S.Meaume, L.Téot, O.Dereure. Elsevier Masson (2 de noviembre de 2005)

²Kane D. Chronic wound healing and chronic wound management. En: Krasner D, Rodeheaver GT, Sibbald RG, editors. Chronic Wound Care: A Clinical Source Book for Healthcare Professionals. 4ª ed. Wayne: Health Management Publications; 2006. P 11-24.

³Plaies difficiles à cicatriser : une approche globale. EWMA. 2008 https://ewma.org/fileadmin/user_upload/EWMA.org/Position_documents_2002-2008/French_EWMA_Hard2Heal_2008.pdf

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