Dispositivo para el tratamiento de la diabetes: ¿bolígrafos o bomba de insulina?

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Para tratar la diabetes tipo 1 insulinodependiente o la diabetes tipo 2 insulinorequiriente, se necesita insulina. Esta se puede administrar de dos maneras:

  • Con bolígrafos de insulina
  • Con una bomba de insulina

¿Cuáles son las diferencias entre estos dos dispositivos para administrar insulina y por qué elegir un método u otro? Analicemos en detalle su funcionamiento y sus ventajas.

La bomba de insulina o el dispositivo que cambia la rutina diaria

¿Qué es una bomba de insulina?

Una de las ventajas de este dispositivo para la insulina es no tener que ponerse inyecciones manuales a diario. La bombas de insulina son dispositivos electrónicos que administran insulina de rápida de forma continua. Se llevan las 24 horas y están disponibles en dos formatos:

  • Algunas tienen tubuladuras.
  • Otras son bombas de insulina de tipo parche.

Las bombas de insulina con tubuladuras se pueden separar del catéter durante un tiempo determinado, algo que puede resultar útil para poder asearse o incluso practicar actividades acuáticas (piscina, playa, etc.). Sin embargo, esto no es posible con las bombas de insulina de tipo parche, pues al retirarlas quedan inservibles. No obstante, son estancas durante un tiempo y a una determinada profundidad (consultar el manual del usuario).

Antes de optar entre usar o no una bomba de insulina, es necesario tener presente información importante en relación con las características y los posibles inconvenientes de este dispositivo de gestión:

  1. Utilizar una bomba de insulina implica aceptar llevar un dispositivo siempre consigo.
  2. Las bombas de insulina pueden provocar ciertas molestias. Por ejemplo, algunas personas sufren reacciones alérgicas a los adhesivos de la bomba o del catéter. Si este es tu caso, habla con tu médico, tu diabetólogo y/o tu proveedor de atención sanitaria a domicilio. Además, existe riesgo de desprendimiento del dispositivo debido a los movimientos cotidianos (por ejemplo, si nos golpeamos con algo). Aunque no suele ser lo más habitual, todas las personas que viven con una diabetes tipo 1 y que utilizan una bomba de insulina han tenido al menos un accidente de este tipo, ¿no es así?

Gestión diaria: ¿cómo funciona la bomba de insulina?

El esquema basal-bolo suele ser el más habitual para administrar insulina con una bomba. La insulina basal se corresponde con el caudal de base de la bomba. Tal y como su nombre indica, se trata de una cantidad fija de insulina administrada de manera continua.

Los bolos se suelen aplicar en el momento de las comidas o como corrección. En ocasiones, la gestión de la liberación de insulina se hace directamente en la bomba, pero a veces es necesario un terminal de «mando a distancia» (en especial, en el caso de las bombas pequeñas de tipo parche). Atención: ¡no lo olvides! Al empezar el tratamiento con una bomba de insulina, deberás aprender a manejar tu terminal para enviar la dosis de insulina que necesitas.

Optar por este dispositivo de inyección de insulina puede contribuir a recuperar un equilibrio glucémico; la gestión del aporte de insulina también se puede controlar mejor que con los bolígrafos de insulina, en especial, en caso de complicaciones. Con una bomba, es posible interrumpir el caudal de insulina basal en caso de hipoglucemia o administrar bolos de corrección en 2 o 3 clics en caso de hiperglucemia.

De media, una bomba de insulina se cambia o se recarga cada 3 días (dependiendo del modelo y las necesidades personales).

En el día a día, el mando a distancia ocupará muy poco espacio en tu bolso o bolsillo. Sin embargo, si viajas durante varios días o semanas, llevar contigo todo el material ocupará espacio en tus maletas, sobre todo cuando el dispositivo utilizado es una bomba sin tubuladuras. En este caso, se recomienda llevar una o, incluso, varias bombas de repuesto.

Conservación de la insulina: reserva un espacio en tu frigorífico para almacenar tus bolígrafos o frascos de insulina sin empezar. Deberás sacarlos del frigorífico el día anterior al primer uso para que la insulina esté a temperatura ambiente en el momento de la inyección.

Presta una atención especial a las temperaturas extremas, tanto altas como bajas. Si los bolígrafos de insulina se conservan a temperatura ambiente, no soportan bien los cambios bruscos de temperatura, pues pueden afectar a su calidad.

  • Vacaciones en la nieve: si te vas a la montaña, deja el material en tu alojamiento o llévalo pegado al cuerpo.
  • En verano, transpórtalo en una bolsa isotérmica para protegerlo del calor.

Los bolígrafos de insulina y el arte de pincharse

Un bolígrafo de insulina: ¿qué es?

Un bolígrafo de insulina consta de un cartucho y una aguja y permite inyectar la insulina de una forma sencilla. Está disponible en formato recargable o prellenado y desechable.

Los bolígrafos contienen 3 tipos de insulina diferente:

  • Rápida
  • Lenta
  • Mixta

Las insulinas tienen una vida útil que oscila entre las 2 y las 6 horas (según los fabricantes y el metabolismo de cada persona), las mixtas en torno a 12 horas y las insulinas lentas en torno a 24 horas.

Con este material de gestión de la insulina, el esquema más utilizado es el basal-bolo. Consiste en administrar diariamente la insulina basal (también llamada insulina «para vivir»), es decir, una o dos inyecciones de insulina lenta o mixta a una hora fija y administrar bolos, normalmente a la hora de las comidas, de insulina rápida: una inyección en cada comida principal (desayuno, almuerzo y cena) e inyecciones adicionales si se toma merienda, un aperitivo u otras ingestas alimentarias complementarias.

Por tanto, el número de unidades de insulina lenta es fijo y lo que varían son las unidades de insulina rápida en función de la cantidad de glúcidos consumida durante las comidas y las actividades realizadas o previstas (deporte, ejercicio físico, etc.).

En caso de hiperglucemia prolongada, es posible administrar un bolo de corrección que consiste en una inyección de insulina rápida para corregir la glucemia.

Con independencia del esquema adoptado, este debe decidirse de manera consensuada con tu diabetólogo.

Las ventajas de los bolígrafos de insulina

Si utilizas bolígrafos de insulina, tendrás la ventaja de no tener que llevar contigo y en contacto con la piel un dispositivo de gestión de la diabetes. Los bolígrafos de insulina son ideales para aquellas personas que no desean mostrar a los demás que viven con una diabetes tipo 1 o, a nivel personal, para olvidarse de esto, algo que resulta difícil si uno es siempre consciente de llevar consigo su bomba.

Elegir los bolígrafos de insulina como modo de tratamiento significa aprender «el arte de pincharse», para evitar los hematomas y las lipodistrofias. Estas inyecciones son subcutáneas, es decir, se inyectan directamente bajo la piel, no en los músculos ni en las venas. Con un poco de entrenamiento al principio del tratamiento, los pinchazos de insulina dejarán de tener secretos para ti. Algunas personas ven en ellos cierta facilidad de uso: se elege el número de unidades, se inyecta y listo.

Otra de sus ventajas: los bolígrafos aportan una cantidad más importante de insulina en una sola vez, en general, una unidad como mínimo, mientras que una bomba permite administrar una décima o incluso una centésima parte de la unidad. A diferencia de la bomba de insulina, en caso de sufrir una crisis de hipoglucemia, no es posible interrumpir su absorción.

En el día a día, llevar siempre consigo los bolígrafos de insulina puede parecer tedioso… en realidad, simplemente es una cuestión de organización. Adapta el tamaño de tus bolsos al del estuche con el material.

Si viajas durante varios días o semanas, los bolígrafos de insulina y las agujas no ocuparán tanto espacio en tu equipaje. Las personas que viven con una diabetes tipo 2 deben reservar un pequeño espacio para una o dos bolígrafos por si necesitan administrar inyecciones de insulina puntuales.

Entonces, en caso de diabetes: ¿bolígrafo o bomba?

Aunque los dos dispositivos pueden resultar igual de eficaces, la relación con el tratamiento es diferente. Cada persona que vive con una diabetes tipo 1 o 2 deberá adoptar el método de gestión que mejor se adapte a su rutina diaria.

Algunas encontrarán más ventajas en la bomba de insulina, mientras que otras preferirán los bolígrafos. Lo importante es sentirse a gusto con el método de tratamiento y encontrar su equilibrio.

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