Calor y diabetes tipo 1: ¡gestiona tu diabetes en verano y báñate en la playa sin preocupaciones!

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Hace buen tiempo, hace calor. ¡Qué ganas tengo de darme un chapuzón! Bañarse es una de las actividades favoritas del verano. Ya sea en la piscina, junto a un lago o en alta mar, para darse un chapuzón o para hacer largos, las necesidades y los efectos de un baño refrescante serán totalmente diferentes si tienes dm tipo 1. Para que este verano puedas combinar calor y diabetes tipo 1 sin preocupaciones, aquí te damos algunos consejos.

Bañarse con diabetes tipo 1, ¡un placer en verano!

¿Quién no quiere tomar el sol y bañarse en estos bonitos días de verano? Darse un chapuzón bajo el sol es un placer, pero cuando se vive con diabetes del tipo 1 hay que tomar algunas precauciones para nadar en agua salada, agua dulce o en agua de piscina.

Cuando tienes diabetes, en verano es probable que tengas hipoglucemia, aunque hayas tomado tus dosis habituales de insulina o hayas calculado correctamente los carbohidratos que has consumido. Esto se debe al efecto del calor, que dilata los vasos sanguíneos. De esta manera, los carbohidratos se absorben más rápidamente. Por lo general, tras pasar el primer período de calor intenso, el cuerpo se adapta y podemos volver a las dosis de insulina y al ritmo habitual. Pero cuidado: no todas las personas con mellitus tipo 1 reaccionan de la misma manera al calor.

Sin embargo, el calor y la diabetes tipo 1 no son antagónicos. Puedes aprovechar al máximo del calor con diabetes tipo 1, ya que estos momentos de relajación veraniegos tan esperados pueden seguir siendo un placer si los gestionas bien. ¡Diabetes y verano no están reñidos! Puedes disfrutar de actividades como estas sin dejar que la hipoglucemia por calor te arruine el día:

  • un picnic y/o una merienda
  • bañarte y nadar
  • jugar un partido de vóley playa u otra actividad de playa
  • permanecer tranquilamente en tu toalla para leer y/o tomar el sol

¿Vas a hacer un picnic? Trata de estimar mejor la cantidad de carbohidratos que ingieres para no tener una hipoglucemia por calor.
¿El vendedor de helados te está tentando? ¡Ponte un bolo!
¿Vas a nadar o a jugar al voleibol? Tu cuerpo consumirá más energía… ¡Tenlo en cuenta! En cambio, si lo que te apetece es quedarte tumbado en la toalla, no vas a necesitar mucha energía.

En resumen, evalúa los carbohidratos que ingieres y la energía que necesitas para tus actividades, para determinar con mejor precisión tu dosis de insulina y evitar la hipoglucemia por calor.
Ten en cuenta que cada persona tiene necesidades muy diferentes. Un o una atleta que juega un partido de vóley playa gastará menos energía que alguien que no está acostumbrado/a a la actividad física regular.

Cuando hace calor, con diabetes tipo 1, controla regularmente tu glucemia, especialmente si no estás seguro/a de ti mismo, y ajustala tan pronto como sea necesario.

Diabetes tipo 1 y nadar: ¿qué precauciones hay que tomar?

Se ha demostrado que la natación es un deporte completo con muchos efectos beneficiosos para la salud (a nivel muscular, cardiovascular, respiratorio, articular, etc.). Si vives con diabetes tipo 1 y quieres nadar con regularidad, asegúrate de verificar tu nivel de glucemia antes y después de la sesión.

Al practicar la natación, tu organismo va a consumir energía. Antes de empezar a hacer largos, considera adaptar tu dosis de insulina. Si usas una bomba de insulina, reduce o detén tu tasa basal. Si usas bolígrafos de insulina, disminuye tus dosis de insulina rápida o incluso de insulina lenta. Habla con tus profesionales de la salud para obtener recomendaciones sobre cómo nadar con diabetes tipo 1.

Además, la natación es un deporte de resistencia. En cuanto a la alimentación, se recomienda privilegiar el consumo de carbohidratos lentos (féculantes) antes del ejercicio. Para algunas personas, también será necesario volver a consumir carbohidratos lentos después del ejercicio para evitar una hipoglucemia tardía, que puede ocurrir varias horas después. Efectivamente, el cuerpo sigue trabajando incluso (y especialmente) después del ejercicio, por lo que es importante seguir controlando tu dm tipo 1. 

Por otra parte, cada persona con un tipo de diabetes 1 y cada sesión de natación son diferentes.
Si la disminución en tu ingesta de insulina ha funcionado una vez pero no a la siguiente, ¡no te preocupes! La diabetes tipo 1 requiere una adaptación constante. Tus necesidades son siempre diferentes, especialmente dependiendo de lo que comes, la fatiga o el estrés o si por ejemplo, hace calor.

Diabetes tipo 1 y playa: prepara tus equipos de control de diabetes y de administración de glucosa

Si tienes diabetes, en la piscina o en la playa es imprescindible traer tu equipo y lo necesario para controlar tu dbt tipo 1 y administrar la glucosa. Aquí te damos algunos consejos para gestionar tu diabetes tipo 1 en la playa o disfrutar en la piscina con diabetes:

  • Para las personas que usan medidores continuos de glucosa y/o una bomba de insulina tipo «parche», existen fundas impermeables que evitarán que el sensor y/o la bomba se despeguen en contacto con el agua. Hay gente que incluso utiliza vendajes gruesos. Lo mismo ocurre con el catéter de la bomba de insulina con tubo.
  • Si prefieres que tus dispositivos para la diabetes mellitus tipo 1 no queden a la vista, los bañadores de una pieza vuelven a estar de moda y los de tipo bermudas largos siguen siendo tus mejores aliados en la playa
  • Para el equipo que no va en la piel (bomba de insulina con tubo, bolígrafo de insulina y glucómetro para medir la glucemia capilar), ¡guarda tu estuche en tu bolso!
    En la piscina puedes dejar tus pertenencias en tu taquilla. En la playa puedes usar bolsas isotérmicas. Evitarán que la insulina y el equipo se calienten, lo que afecta a su efectividad. Guárdalos en tu mochila o bolso a la sombra cuando vayas a bañarte. Idealmente, la insulina que ya está empezada se puede almacenar a alrededor de 20-25 °C.
  • Pon en tu mochila lo necesario para regular tu glucosa y evitar una hipoglucemia por calor. Un brik de zumo de frutas o unos terrones de azúcar no ocupan mucho espacio en tu mochila y no tendrás que preocuparte en caso de hipoglucemia. Además, en la playa siempre hay una rica alternativa para gestionar tu dbt tipo 1, que puede ser un perfecto plan B: ¡puedes pasarte por la heladería!

Como habrás entendido, con diabetes tipo 1, bañarse y nadar requiere un poco de adaptación, pero después de unos días o unos pocos baños, la diabetes en verano ya no guardará ningún secreto para ti, ¡ni siquiera en el agua!

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