Diabetes tipo 1 y equitación: ¡a cabalgar!

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La equitación es el arte de montar a caballo y su práctica incluye gran cantidad de actividades: adiestramiento, resistencia, salto de obstáculos, horseball, polo, paseo, etc. Todas estas disciplinas implican aptitudes y necesidades diferentes. Cuando padecemos diabetes tipo 1 y practicamos equitación, la necesidad de adaptarse es especialmente real.

La relación que se establece con el animal hace que, a veces, la práctica de este deporte sea particular e incluso, fascinante. Una relación que, por muy extraña que parezca, puede tener repercusiones en la gestión de la diabetes. Te lo contamos  

La gestión de la diabetes tipo 1 y la equitación

En general, la equitación se considera un deporte suave, que puede practicarse desde la infancia. Principalmente, hace trabajar los músculos de la espalda y el abdomen. Mejora el equilibrio del o la jinete y aumenta la resistencia al esfuerzo. En cambio, desde el salto de obstáculos hasta el tiro, pasando por la resistencia, el polo o el ride and run, las disciplinas que pueden practicarse con un caballo son tan numerosas, como diversas. 

Cuando somos un/a jinete que padece diabetes tipo 1, es conveniente distinguir 2 tendencias: 

  1. las disciplinas cuyos esfuerzos físicos se comparan con la resistencia, como el ride and run, 
  2. las que necesitan más energía en un tiempo breve, como los saltos. 

Según la actividad que decidas practicar, deberás: 

  • adaptar las comidas anteriores y siguientes a tu esfuerzo; 
  • ajustar las dosis de insulina; 
  • controlar tu glucemia de forma más regular de lo normal. 

Tus necesidades dependerán también de tu tendencia a la hipoglucemia o hiperglucemia después del esfuerzo. 

No olvides que las hipoglucemias y/o hiperglucemias pueden aparecer varias horas después del esfuerzo. Además, se debes tener en cuenta la aprensión o el estrés: Sea la aprensión de un paseo a caballo, porque no estás acostumbrado/a, sea el nerviosismo anterior a una carrera de salto de obstáculos. En cualquier caso, no olvides llevar contigo algo para tomar azúcar en caso de necesidad.

Finalmente, tu monitor/a de equitación deberá estar informado/a de tu diabetes tipo 1. 

La relación con el caballo y la diabetes tipo 1

Como se ha introducido anteriormente, lo que hace a la equitación tan particular es la relación entre el caballo y su jinete. Como cualquier relación, humana especialmente, se trata de una historia de reencuentro, personalidad y carácter. 

El caballo y el ser humano deben aprender a conocerse y el humano a adaptarse al carácter de este sensible animal. Una relación que funciona puede enseñar al jinete a conocerse mejor y a hacer una introspección. El caballo es sensible a todas las actitudes y/o situaciones de la persona que se encarga de él. 

¿Te preguntas qué tiene que ver aquí la DT1? 

Efectivamente, un caballo no va a hacer que la glucemia disminuya o aumente, ni siquiera aportará insulina. Sin embargo, mantener una relación sana y de confianza con este animal puede permitir contemplar la DT1 desde otro punto de vista, el de las emociones y la actitud física. Encargarse de un caballo puede enseñar a centrarse, volver a centrarse en uno mismo, escuchar sus emociones y sensaciones. A través de una relación con el caballo, una persona que padece diabetes tipo 1, puede aprender a dejarse llevar y conocer sus propias actitudes y reacciones. Esto puede ser objeto de una equinoterapia, por ejemplo. Una mediación entre una persona, un caballo y un/a terapeuta que, poco a poco, puede llevar a la aceptación de la DT1.

Le hemos hablado con Ella, ¡quien nos ha hablado de su relación tan particular con su caballo de un extraordinario carácter! Le habría gustado un caballo más dócil, pero tuvo un flechazo. Este ser de carácter fuerte le hace entender cuando no está contento y decide quien puede montarlo o no. Sin embargo, cuando acepta que una persona se le acerque, se muestra dulce y paciente. Pasar tiempo con su caballo le permite despejar su mente y volver a centrarse en ella misma y sus necesidades. Ella nos ha confiado que su caballo rechaza que lo monte cuando tiene hipoglucemia; ¿cuestión de olor o de actitud? Por muy sorprendente que pueda parecer, supo que estaba embarazada incluso antes que ella misma, ya que tenía un comportamiento mucho más prudente y suave que de costumbre. Bonita historia, ¿verdad? ?

La equitación es una actividad de múltiples ventajas, tanto desde un punto de vista físico como psicológico. Prueba, ¡saldrás seguramente fortalecido/a!

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