Corazones malheridos: la diabetes tipo 1 es protagonista

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Corazones malheridos (título original: Purple Hearts, en referencia a la medalla recibida por los soldados heridos en combate) es una película de Netflix estrenada en julio de 2022. Como no podía ser de otra manera, la hemos visto para compartir con vosotros nuestras opiniones. 

No os preocupéis, no destriparemos la película 😉 (es decir, nada de spoilers). 

Corazones malheridos, ¿de qué trata?

Cassie (Sofia Carson) es cantante, compositora, letrista y camarera en un bar, donde canta ocasionalmente junto a su banda «The Loyals». Además, hace seis meses le diagnosticaron diabetes tipo 1.

Luke (Nicholas Galitzine) acaba de enrolarse en la marina. También es un extoxicómano.

Ambos se conocen en el bar donde trabaja Cassie, una noche en la que el regimiento de Luke sale a divertirse antes de ser desplegado en Iraq.

Ella es liberal y feminista. Él es conservador y hace bromas de mal gusto. No hay química entre ellos.

Cassie tiene 3 trabajos y, aún así, no ha logrado ahorrar los 500 y pocos dólares necesarios para reponer sus insulinas rápidas y lentas, que su seguro de salud no cubre. Por su parte, Luke debe 15 000 dólares a su camello.

A pesar de sus (enormes) diferencias, Cassie y Luke deciden contraer matrimonio para que Cassie pueda beneficiarse del seguro de salud de Luke y cobrar los 2 000 dólares que el ejército paga a las parejas casadas.

¿Cómo se habla de la diabetes en la peli?

La diabetes está muy bien representada en Corazones malheridos: vemos que Cassie mide su glucemia con un glucómetro tras recibir una alerta y, a continuación, vemos cómo se inyecta insulina en vial con una jeringuilla. Más tarde, consigue acceder a un monitor continuo de glucosa y a una  bomba de insulina y podemos verla utilizar sus aplicadores. También podemos verla durante un episodio de  hiperglucemia cuando se le acaba la insulina (la imagen se vuelve borrosa, el sonido lejano y ella jadea) y de  hipoglucemia tras vivir una situación de estrés intenso, que logra superar tomando glucosa en gel.

Aunque el punto de partida de la película es el hecho de que el seguro de salud de Cassie no cubre la insulina y ella se ve obligada a contraer un matrimonio falso, se queda un poco corta respecto a otras producciones como  «Anatomía de Grey» en su denuncia y, al final, terminaremos con una imagen más bien positiva del ejército y de EE. UU. En resumen, la diabetes se muestra más bien como un elemento perturbador que hace posible la historia de amor y la unión de Cassie y Luke.

Contenido extra: la banda original de la película

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